Santa Catalina, visita de Mami, Febrero 1978

Por algún motivo no tengo ninguna carta del mes de enero.

Caracas, Martes 7 de febrero de 1978.

Aquí estamos con la mamá en la casa de Susie. Acabamos de llegar de Machurucuto que es una playa. Pescamos guacucos en la arena. 

Mami se afana por recordar cómo se llaman pero no puede.

Pasado mañana nos vamos a Santa Catalina. 

Salimos el jueves de noche y llegamos el viernes en la mañana. En el Cierre nos espero el Chino y nos vamos todos en la rápida a Santa Catalina.

y 

Susie y Peter le mostraron aspectos de la buena vida y yo le mostraré lo opuesto. Puede que no le guste tanto, pero creo que vale la pena que conozca la otra cara de la moneda. Además si uno puede eliminar el calor, llegas a conocer una belleza natural sin igual. 

Difícil de encontrar en otras partes. Totalmente salvaje, escasamente habitada por el hombre. 

Después ella vuelve a Caracas y seguirá paseando con Susie y Peter.  Llega a Montevideo el 25 de febrero.

Me contó mami que se quedaron las dos solas en Ponce ¡qué audacia!

También que están estudiando, espero que les vaya bien. Fue muy emocionante verla y escuchar en vivo y en directo todas las novedades.

Es muy gracioso ver como habla Karina. Tane es una artista! pinta y dibuja muy bien.  Es muy compinche con su padre y lo ayuda con las cosas que él hace. Está celosa de Karina. En fin son las dos divinas a su manera, yo las quiero mucho. Me hace mucha gracia porque a mami le dicen “mi abuelita”.

Carta de mami para Carol y Teresa.

Lunes 13 de febrero de 1978.

Aquí estoy en Santa Catalina en la cocina de la Flora que se dispone a planchar luego de haber atendido enfermos.

Mami en nuestro living de la Medicatura.

Mientras, el Chino lee periódicos y escucha el super radio pasa casettes de cinco kilos de peso. Demás está decirles lo bien que estoy pasando y lo regio que me tratan. Espero no extrañar mucho cuando vuelva a casa.

Ayer fuimos juntas al dispensario de Araguaymujo.

donde hay una misión de hermanas sacerdotes en un enorme edificio viejo. Ya les voy a contar lo interesante que fue estar en plena consulta. Claro que para examinar a de los mayores tienen un cuartito separado.

El viaje en rápida es divino. 

Sólo lo voy a hacer un par de veces más y entonces no me importa cabalgar sobre las olas de la rápida. Es precioso atravesar los ríos a toda velocidad con tan hermoso paisaje.